César Gregorio Quiroga, conocido como el "Payaso Tapalín", un ícono de la cultura infantil tucumana de la década de los '80, murió hoy a los 79 años.
Según lo que se informó, el artista, dueño del inolvidable “¿Qué tal yoooooooooooo?”, falleció esta mañana como consecuencia de una trombosis en un sanatorio privado.
Su madre lo dio a luz en "El Matrero", un circo criollo, al igual que a sus 11 hermanos (mayores que él). Con el circo familiar recorrían Santa Fe y su padre representaba "Juan Moreira" y otras obras del folclore gauchesco. Como todos sus hermanos dio los primeros pasos sobre una tarima. "No me hice payaso, nací payaso", explicaba.
Antes de ser "Tapalín" fue Carlos Geomar, cantante de boleros. Cuando el circo quebró se fue a probar suerte en Buenos Aires. Logró audicionar para el sello Phillips y grabó un CD. Después viajó a México y cuenta que cantó junto a Nino Bravo.
Pero de la cima cayó en picada rápidamente cuando después de un año la discográfica decidió castigarlo con el mutismo porque se había quedado un año en México sin dar señales de vida. Perdió todo y no le quedó otra que probar suerte con el praliné. Llegó a Tucumán en tren cuando tenía unos 26 años. Sin banda ni reserva de hotel.
Una novia que tenía por esos días en Santa Fe tampoco quiso acompañarlo. "Le parecía que la vida del artista era muy riesgosa, además, yo venía a vender praliné. Después de ella nunca más quise a ninguna mujer en mi vida", recordaba en una charla con LA GACETA.
En los '90, el payaso más conocido de Tucumán visitaba escuelas, contaba chistes y repartía pollos congelados en su programa en Canal 8. Fueron sus años de apogeo, cuando monopolizaba la actividad payasesca en la provincia.
En las últimas tres décadas también hizo radio y fue candidato a concejal durante la campaña de Julio Miranda. Además, su historia llegó a la pantalla grande en 2008. Sin dudas, fue el payaso más reconocido de Tucumán.